Tomo “prestado” el título del libro de Dominique Wolton -con el que inicio este artículo- pues, sintetizaría las múltiples voces que se escucharon en los últimos días cuando pensamos interrogantes acerca del uso de los blogs en la escuela.
“Internet, dice Wolton, simplemente es una herramienta potente. Internet no va a crear nunca ningún militantismo. Pensar este tema de otro modo es quedarse del lado de la técnica y no preguntar por el contenido, por el sentido. Para una acción tiene que haber una representación global del mundo, y eso no puede ser creado por canales de información. Estos canales sólo pueden hacer circular representaciones, pero la circulación por sí sola no construye representaciones nuevas".
Pensar en los usos y contextos para la utilización del blog en el aula nos lleva también a repensar, revisar nuestras prácticas y nuestras voces... Y al hablar de la propia voz, y también de la voz del otro que nos interpela, estamos hablando de comunicación; de intercambios de sentidos, de construcciones compartidas, de modos sobre los que se asientan nuestras prácticas cotidianas.
Y si de voces se trata, en este artículo intentaré rescatar algunas de las interesantes intervenciones de los últimos días.
Un blog de docentes ¿será solo catártico?
La realidad nos muestra que algunos blogs satisfacen el narcisismo del autor con aportes escasos o nulos.
Como docentes tenemos una historia de enmudecimiento; la experiencia en la construcción del blog, por ejemplo, nos habilita la expresión y el trabajo colaborativo, el conocimiento de "experiencias comunes"...
¿Y el docente en la escuela?
Las modas y el fetichismo suelen atravesar nuestras prácticas mientras las aulas siguen ofreciendo la misma distribución espacial, por ejemplo. Se supone que la tecnología nos hace “más modernos”, mientras los discursos reproducen verticalidad en espacios de poder. Aquí la comunicación juega un papel muy importante.
El rol docente tendría que orientarse a la idea de sujeto mediador, tutor, guía en los procesos de enseñanza, vehiculizador de las potencialidades de los chicos.
Volver a creer que “nosotros podemos hacer la diferencia en la vida de nuestros alumnos”.
¿Y los alumnos?
Preguntarnos sobre sus modos de aprender en vínculo con las nuevas tecnologías permite reconocerlos como sujetos con habilidades y competencias que nos exceden.
Sin embargo, resulta interesante la experiencia de un compañero que advertía en informes de sus alumnos que “el 90 % de la información era bajada de Internet, desactualizada e inconsistente”. Su propuesta de superación -mediante un blog- transformaría la tarea, centrándose en el proceso y no en el resultado. Los alumnos, sostiene, aportarían elaboraciones, análisis de la información y podría generar situaciones de diálogo.
Otras experiencias nos presentan interrogantes sobre su uso. A veces los chicos se “engancharon”, otras no.
Pero… los blogs ya están
Los chicos aprenden fuera de la escuela. Los contextos de aplicación se amplían.
Los cibercafes y locutorios permiten el acceso a Internet a bajo costo o gratuitos. Sin embargo hay contextos y poblaciones diferentes, realidad que nos interroga:
¿Qué hacer en lugares sin acceso a Internet?
¿Qué hacer en poblaciones de "inmigrantes digitales"?
Wolton señala que “las páginas y los portales de Internet son accesibles según una guía, cuyos criterios no conocemos…”
Tal vez nuestra tarea como sujetos ciudadanos sea empezar a construirla y como docentes repensar nuestra función pedagógica como en el diseño de una interfaz: destinatarios, contextos, tarea.